En los últimos años, el sistema de pensiones ha sido objeto de dos grandes reformas. La primera, aprobada en 2011 y en vigor desde 2013, tenía como objetivo aumentar gradualmente la edad de jubilación para quienes no cumplieran con los requisitos de cotización necesarios. Esta medida implicaba que, poco a poco, la edad legal para retirarse se elevara, con la intención de acercarla a la realidad demográfica del país, caracterizada por una mayor esperanza de vida.
La segunda reforma, implementada en 2021, introdujo un incentivo para las jubilaciones demoradas. Esto se tradujo en un aumento del 4% en la pensión por cada año completo trabajado más allá de la edad ordinaria de jubilación. También se ofreció la opción de recibir una cantidad fija adicional basada en los años de cotización. Con estas modificaciones, el Gobierno buscaba animar a los trabajadores a prolongar su vida laboral, lo que, a su vez, contribuye a reducir la presión financiera sobre el sistema público de pensiones.
¿Por qué incentivar las jubilaciones demoradas?
El incentivo para retrasar la jubilación se basa en la necesidad de alinear la edad media de jubilación con la edad legal. Esto es crucial para la sostenibilidad del sistema de pensiones, ya que permite aumentar los años de cotización y disminuir el número de años en los que una persona recibe la pensión. Las reformas introducidas en 2021 están dirigidas a quienes cumplen con los requisitos para jubilarse pero optan por continuar trabajando, ofreciendo una recompensa económica por cada año adicional de cotización.
En 2024, a pesar de estos incentivos, un tercio de los trabajadores sigue prefiriendo retirarse antes de la edad ordinaria, a pesar de las penalizaciones en la cuantía de sus pensiones. Esta situación refleja el desafío que aún persiste en la aplicación de estas reformas, ya que muchos prefieren disfrutar de su retiro temprano, aun sabiendo que recibirán una pensión menor.
Evolución de las jubilaciones anticipadas y demoradas
Un aspecto interesante a observar es la evolución de las jubilaciones anticipadas. En 2015, se registraron 127.038 jubilaciones anticipadas, lo que representaba un 43,8% de las nuevas pensiones. Sin embargo, en 2024, esa cifra ha disminuido considerablemente. Hasta julio de este año, se han contabilizado 57.374 jubilaciones anticipadas, lo que supone el 28,5% del total. Esta tendencia a la baja indica que más trabajadores están optando por esperar hasta alcanzar la edad ordinaria de jubilación o incluso más allá.
En contraste, las jubilaciones demoradas han ido en aumento. En 2015, solo se registraron 13.561 solicitudes, lo que representaba un 4,7% del total de jubilaciones. Para 2024, esa cifra ha aumentado a 19.872 solicitudes, lo que supone un 9,9%. Aunque este crecimiento es significativo, las jubilaciones demoradas siguen siendo una opción menos común en comparación con las anticipadas.
Estadísticas de jubilación en 2024: cómo han evolucionado las cifras
Hasta la fecha, se han registrado 201.260 nuevas jubilaciones en lo que va de 2024. De estas, 38.079 corresponden a jubilaciones con coeficientes reductores, lo que implica una reducción en la cuantía de la pensión debido al retiro anticipado. Dentro de este grupo, la mayoría de las jubilaciones anticipadas (31.229) fueron voluntarias, mientras que 6.850 fueron involuntarias, es decir, debido a causas ajenas al trabajador, como despidos o situaciones económicas adversas.
Además, se han registrado 5.508 jubilaciones bonificadas y 173 jubilaciones especiales a los 64 años, un régimen especial que permite retirarse antes con ciertas condiciones. Un dato curioso es que 13.614 trabajadores han optado por la jubilación parcial, una modalidad que permite reducir la jornada laboral y empezar a cobrar parte de la pensión.
Comparativa entre jubilaciones ordinarias y anticipadas
En lo que respecta a las jubilaciones ordinarias (aquellas que se producen al alcanzar la edad legal), se han registrado 143.835 nuevas altas en 2024, una cifra ligeramente inferior a las 161.853 registradas en 2015. Sin embargo, es importante tener en cuenta que todavía faltan meses para completar el año, por lo que la cifra final podría variar.
Un aspecto interesante es que la cuantía de la pensión en las jubilaciones anticipadas suele ser mayor que en las ordinarias. Esto se debe a que los trabajadores que optan por la jubilación anticipada tienden a tener cotizaciones más altas, lo que compensa, en parte, los coeficientes reductores aplicados por adelantar la jubilación.
Aumento de la pensión media: 2015 vs 2024
Un análisis de los datos recientes revela un aumento significativo en la pensión media tanto para las jubilaciones anticipadas como para las ordinarias. En 2015, la pensión media por jubilación anticipada era de 1.544,18 euros al mes. En 2024, esa cifra ha aumentado a 1.759,58 euros, lo que supone un incremento de 215,14 euros.
En cuanto a las jubilaciones ordinarias, la pensión media también ha experimentado un notable incremento. En 2015, la media era de 1.189,98 euros, mientras que en 2024 ha subido a 1.460,89 euros, un aumento de 270,91 euros.
Diferencias entre regímenes: general y autónomos
Al comparar las pensiones del régimen general con las del RETA (autónomos), las diferencias son notables. En 2024, la pensión media por jubilación anticipada en el régimen general es de 1.801,22 euros al mes, mientras que la pensión ordinaria es de 1.583,30 euros. En el caso de los autónomos, la pensión media por jubilación anticipada es de 1.158,37 euros, y la ordinaria, de 976,28 euros.
Esta diferencia pone de relieve la brecha que existe entre ambos regímenes, lo que subraya la importancia de una planificación financiera adecuada, especialmente para los autónomos.